De la hemorragia cerebral a perder el sueño.

Una hemorragia cerebral puede ocurrir por un traumatismo. También puede ocurrir de manera espontanea. Las posibilidades de morir son del 40%. Edwyn Collins no solo sobrevivió a una, sino que enseguida se dispuso a tramar un álbum a manera de declaración de principios. Es imposible escuchar Losing sleep sin pensarlo como eso. Aunque sean meras especulaciones.

Confieso que la de Collins es una pista que perdí desde el Gorgeous George de 1994 —Sí, ahí donde viene esa estupenda y muy choteada A girl like you—. Es decir, Edwyn Collins me resultaba un doble desconocido. De hecho, de no ser por una nota perdida en una GQ no habría sabido que aun existía. Casualidades, de las buenas. E insisto: el álbum es una clase de statement. La afirmación de pertenecer a ese

60% que logra salirse con la suya. Basta escuchar el track inicial: Aquí estoy. Nunca me fui y mi música goza de la misma fuerza que antes. Las guitarras y el teclado de Collins suenan tan bien como en 1994.

Contra todo lo bueno que su regreso pudiera indicar, Losing sleep es un material dispar —Aunque después de escuchar su discografía completa, no encontré un solo disco magnífico de cabo a rabo—, con grandes canciones, estupendas colaboraciones (‘What is my role’ y ‘Come tomorrow, come today’ con The Cribs, ‘Do it again’ con Franz Ferdinand, ‘In your eyes’ con The drums), e incluso grandes letras alojadas en tracks que en unidad no parecen ser gran cosa (‘Humble’, ‘I still believe in you’).

Losing sleep, con la enorme voz de Collins; aunque algunos sigan confundiéndolo con Fred Schneider, de los B52’s, es un digno regreso y por lo menos 5 de los 12 tracks son de una gran calidad. como para comprarlas online.